28.03.2015 A mano y computador

  Es evidente que la manera como ahora se diseña ha sido decisiva en el fatal surgimiento de la arquitectura espectáculo. Como dice Guillermo Jaim Etcheverry, educador y ensayista, el que las letras estén unidas en la escritura cursiva permite que el pensamiento fluya con armonía, traduciéndolo a palabras (La tragedia educativa, 1999). Lo mismo se puede decir del proyectar edificios o espacios urbanos.

  Pero otra cosa es dibujar lo ya proyectado a mano; es como pasar a un computador lo ya escrito. Así como se trata de unir palabras con sentido y no apenas silabas con sonido, y menos aun simples letras, al proyectar se están uniendo patrones de diseño, conscientes o inconscientes, ya sea siguiendo un canon, una tipología o una analogía pero no “creando“ todo de nuevo, lo que en arquitectura es todo un despropósito.

  Umberto Eco (citado por Etcheverry), destaca que la escritura cursiva exige componer la frase mentalmente antes de escribirla, pero al contrario de lo que él afirma, el computador también lo sugiere, y sin lugar a dudas así es al proyectar a partir de patrones de diseño seleccionados previamente según las determinantes del proyecto en cuestión, que surgen de sus circunstancias, requerimientos y propósitos.

  Al contrario de lo que pasa al escribir en letra de imprenta, que como dice Etcheverry implica escindir lo que se piensa en letras, en la proyectación se juntan, adaptándolos y mejorándolos si es el caso, componentes, elementos y partes de edificios o espacios urbanos, ya definidos anteriormente. Están presentes en la memoria del arquitecto, permitiendo con el computador integrarlos con precisión al proyecto.

  Además cabe preguntar si las teclas de un piano escinden las notas de una música determinada, y si es valido aquí también que las partituras deben ser escritas a mano para que la música fluya con armonía. La realidad es que los diferentes sonidos iniciados en las teclas del piano tienen diferentes volúmenes y se traslapan unos con otros. Como las construcciones vernáculas de cualquier pueblo.

 Así las cosas, al terminar de proyectar con el computador no se estaría favoreciendo ese pensamiento binario que le preocupa a Etcheverry en el caso de la escritura. Y no se estaría buscando que la proyectacion sea individual, y que nos diferencie a unos de otros, como quiere él de la escritura, si no todo lo contrario: que sea rica si, pero no individualista ni diversa, que es lo que esta acabando con la identidad y belleza de las ciudades.

 Proyectar a partir de una ética profesional y no apenas de una estética personal, no es sólo “responder a una voz interior” con el dibujo a mano, como los artistas, si no que representa un “ejercicio irrenunciable” realizado ahora con la ayuda del computador, como los técnicos, y no a base de modelos de madera como antes. Dos practicas –arte y técnica- que deben convivir, precisamente porque la arquitectura es su conjunción.

  Los computadores permiten ver y comprobar de inmediato lo que se esta proyectando, y archivarlo para su posterior y fácil uso. De allí la importancia de usar una única retícula de diseño, de números enteros, lo que facilita el intercambio de componentes, elementos y partes, sin constreñir las modificaciones deseadas o necesarias, como agrandar o disminuir, pues siempre se podrá multiplicar o dividir por dos.

Columna publicada en el semanario virtual caliescribe.com. 28.03.2015


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