22.11.2007 Brevísima Historia

Al principio se unirían árboles para conformar refugios cónicos de ramas. Pero al cortarlos e hincarlos en el suelo para lo que aquí llamamos bareque (estructura de madera revocada con tierra), o embutido (revocada y además rellenada), y soportar en ellos cubiertas de palma o paja, se dio paso a la construcción. Después se levantaron muros cargueros de sillares o adobes y, en Europa, se extendieron entre ellos entrepisos de vigas paralelas de madera regularmente espaciadas sobre las cuales van viguetas, mas juntas, y, sobre estas tablas o lajas, para el piso, o que, cubiertas con tierra, lo recibían. A las cubiertas de paja se agregaron las de lajas de pizarra o madera sobre armaduras de madera, o falsas bóvedas como en Micenas.

La arquitectura occidental, iniciada con la pintura de las cuevas, antecesora de la actual ornamentación de interiores, y con túmulos que terminarían siendo enormes pirámides, alzaría vuelo cuando en el Mediterráneo, Mesoamérica y los Andes, una estructura tripartita de dinteles (maderos o grandes piedras), simplemente apoyados, salvaron la luz entre machones o columnas monolíticas o de tambores. En Grecia dio paso a los ordenes clásicos de basas, fustes, capiteles y entablamentos, dórico (griego y romano), jónico, corintio, toscano y compuesto, que el Renacimiento replicó. Columnas adosadas si están junto a un muro, pilastras si son parte de el, y piederechos si son de madera o metal. Junto con arcos, bóvedas y cúpulas llenaron el mundo romano. En la Edad Media fueron “apuntados” los primeros, de “crucería” sobre pilares las segundas, agujas y torres reemplazaron las terceras y los machones reforzaron los muros como contrafuertes. Los usados aquí por mayas, aztecas e incas, por la misma época, eran como los de Micenas, siglos antes, pero no lo sabían.

Los españoles fortificaron nuestro Caribe y trajeron los ladrillos, tejas de barro, tapia pisada, cal, arcos y carpintería de lo blanco de su arquitectura mudéjar, la que aquí se adecuaría a nuevas circunstancias, e incluso piederechos y dinteles formaron estructuras de madera similares al “balloon framing”. Después de nuestra Independencia fue la tradición clásica la que se privilegiaría eclecticamente por su significado republicano. Pero pronto se impusieron los pórticos y losas macizas o aligeradas de concreto estructural (cemento, arena y grava reforzados con hierro) usados en todo el mundo desde finales del siglo XIX, y últimamente se utilizan estructuras de concreto o metal con losas de concreto, o compuestas de concreto y laminas de metal (steel deck) o, incluso, madera.

Desde el principio las formas (venustas), derivadas de los materiales y sistemas constructivos (firmitas), definen la arquitectura junto con las funciones (utilitas), para las que son seleccionados unos y otras, y la diferencian de la simple construcción. Hecho básico que se conocía desde Mesopotamia y el antiguo Egipto, hace varios milenios, y que recogió Vitruvio en Los diez libros de arquitectura, pocos años antes de Cristo. Pero en el trópico Hispanoamericano se lo olvidó hace pocas décadas cuando proliferaron los materiales y sistemas constructivos; y las escuelas de arquitectura. Ahora llamamos arquitectura moderna a la fatal moda de gran desarrollo técnico importado de EU e ignorancia de las tradiciones edilicias propias, y columna a cualquier apoyo vertical.

Columna publicada en el diario El País de Cali. 22.11.2007