14.11.2013 Dioses, clientes y arquitectos

Se ha dicho que Dios es el supremo arquitecto y para los masones es el Gran Arquitecto del Universo. Pero aparte de preguntar que vienen a ser entonces los demás cientos de dioses que en el mundo han sido, lo que sí es claro es que todos ellos fueron los supremos clientes. ¡Sus necesidades son apenas la gloria para trascender y disponen de todo el presupuesto del mundo! Han permitido que los arquitectos sueñen la más maravillosa arquitectura y levanten los más grandes edificios de la Tierra, al menos hasta hace un siglo.

Zigurats, templos, mezquitas, sinagogas, iglesias y catedrales han sido siempre los edificios mas bellos, grandes, confortables, entrañables y humanos para todos incluyendo a los ateos, que probablemente son los que más los disfrutan pues precisamente van a ellos con el propósito de sentir el cielo allí y ahora, vivos y no (quien sabe) después de muertos, pues el espacio interior es la arquitectura, como dice Bruno Zevi en Architectura in nuce (1964), igual que el espacio urbano que conforman los edificios son las ciudades. De Babilonia a Brasilia, que es como titularon la traducción al español del libro de Wolf Schneider (Überall ist Babylon, 1960). 

Mas no interesa mucho que los dioses no existan pues su arquitectura si que está presente en todas partes y en todas las épocas, y no es víctima de la actual obsolescencia programada. Otra cosa es la reconstrucción ritual de algunos templos cada cierto tiempo, como acostumbraban Mayas, Aztecas o monjes Budistas. Su emplazamiento siempre es el mejor de cada ciudad o el mismo una pequeña ciudad, como Mont Saint Michel. Son los edificios más funcionales pues les basta sólo con su belleza, y su construcción ha hecho desarrollar las técnicas constructivas como ningún otra arquitectura hasta el Crystal Palace de 1851 en Londres, diseñado y construido por Joseph Paxton, un experimentado constructor de invernaderos, cuyo novedoso edificio lo graduó de arquitecto y moderno. 

Los arquitectos, del griego antiguo ἀρχιτέκτων (arqui - tectón) (primero - obra), que significa literalmente el primero de la obra, es decir, su máximo responsable, solo existían para hacer templos, o palacios para Reyes -que lo son precisamente por la gracia de Dios-, a quienes no les falta dinero, mas faltaba, pues para eso están las guerras. Como buenos clientes sabían de arquitectura -ahora hay que enseñarles-, y escogían al mejor arquitecto no al más barato ni a la “estrella del momento”, y lograban de cuando en vez una nueva pero pertinente arquitectura en lugar de copiar la penúltima moda.

El primer zigurat, levantado hace 40 siglos, recuerda a Ur. Y los 147 metros de altura y 230 de lado de la gran pirámide en Ghizeh, con 47 siglos, recuerdan a Keops, y las suyas a Kefrén, y Mikerinos. Y sabemos de Mumtazi -Mahal por el magnífico mausoleo (1631 y 1654) que el emperador Sha Jahan levantó en Agra a su amor eterno, y hace 35 siglos en Karnak el Gran Templo alcanzó 354 metros de recorrido en busca de Amón, y 33 que el zigurat en Tchoga - Zanbil subió 53 metros buscando a los dioses; y para ellos son también las Acrópolis griegas y el Panteón, las pirámides Mayas y Aztecas. 

Y la roja Alhambra de los reyes nazaríes, en árabe «al-Ħamrā» (اَلْحَمْرَاء) levantada principalmente durante el siglo XIV, de la que dijo Ibn Zamrak,
        
         Jamás vimos alcázar más excelso,
         de contornos más claros y espaciosos.
         Jamás vimos jardín más floreciente,
         de cosecha más dulce y más aroma.
        
Y Machu Picchu (montaña vieja en quechua), una de las residencias de descanso de Pachacútec, primer Inca del Tahuantinsuyo (1438-1470), es para un hijo del Sol, es decir, un dios rey. Estupas indias, Chedi s o Dagobas, para guardar reliquias, y Pagodas que no son cuentos chinos, y templos Zen, hannya shinkyo, zen.

Y desde el siglo IV hasta el XX, Hagia Sophia, San Marcos, Speyer, Santiago de Compostela, Saint-Denis, Notre Dame, Chartres, Reims, Westminster Abbey, la Mezquita de Córdoba, Santa Maria del Fiore, San Pedro, San Pablo, la Catedral de Sevilla, la de México, la Sagrada Familia ¡y sin terminar!, son para un solo Dios, pero grande como repiten los musulmanes. El Escorial (palacio, templo y tumba), fue concebido a la imagen (imaginada) del Templo de Salomón. Y muchísimos más diría Sir Banister Fletcher en A History of Architecture on the comparative method (1896).

Como dice un poema áulico en la sala de las Dos Hermanas en la Alhambra, de todos esas obras maestras se puede repetir que su "bella estructura ha pasado ya a proverbio, y [su] alabanza está en los labios de todos." La Arquitectura es, pues, la madre de las artes al servicio del poder. Pero ahora que cada vez hay más ateos, gracias a dios, ya poco se hacen templos, como si los muchos que existen bastaran para su solaz.

Finalmente, desde hace casi un siglo el Movimiento Moderno, otro ideal del humanismo, trata de poner la gran arquitectura también al servicio del hombre común. ¿Pero dónde están los arquitectos? Como si fuera un castigo divino, creen que todo lo que hacen es como un templo o al menos un palacio, y reclutan adeptos con publicaciones pagadas. En Colombia están acabando con las ciudades de la mano de alcaldes, concejales y promotores ignorantes de que son el escenario de la cultura, como las llamó Lewis Mumford en La cultura de las ciudades (1938).

Es el pecado de las carreras de arquitectura en el país, las que proliferan improvisadas a la carrera, por supuesto, pues se les exigió a las universidades algún programa en artes para ser consideradas como tales. Programas que buscan torpemente formar dioses del diseño y no arquitectos comunes para el cliente común, es decir, para la gran mayoría. Mas como se sabe desde la antigüedad y lo repitió Ludwig Wittgenstein, el célebre filósofo y arquitecto aficionado, la gran arquitectura es para inmortalizar o glorificar alguna cosa (Félix de Azúa, Diccionario de las artes, 2002). Pero cuando no hay nada que glorificar es la gran farsa: hay que decirlo.


Columna publicada en el blog de opinión www.torredebabel.info. 14.11.2013

10.11.2013 ¿Estandar?

La gran mayoría de los sujetos de los estudios psicológicos son occidentales, principalmente estadounidenses (Joseph Henrich y otros: ‘The Weirdest People in the World’, 2009), que además se presentan a si mismos como si fueran los únicos “americanos”. No en vano la casi totalidad de la investigación en ciencias sociales, y en general de todas las ciencias, se realiza en Estados Unidos, Europa y Japón (en el Oriente solo se fabrican bombas), de modo que los resultados están sesgados por una exclusiva participación occidental y su característica forma de mirar el mundo. Es decir, que poco menos del total los sujetos de estudio solo representa una pequeña minoría de la población mundial, pese a lo cual se convierten en “propias” de la naturaleza humana actitudes que solo son compartidas por un grupo particular.

Pero también son generalizadas las medidas y comportamientos usuales en la ergonomía. Por ejemplo, aunque los hombres y mujeres presentan diferentes tallas en el mundo, fueron las mas frecuentes entre los anglosajones las que terminaron por imponerse globalmente. Son las que mas se han estudiado y actualizado, y las que repiten en todas partes los textos de consulta. Después de la Segunda Guerra Mundial Le Corbusier propuso un sistema universal de medidas, El Modulor. Y después se acordó un modulo básico de 0.10, que iguala los dos principales sistemas de medidas existentes en Occidente (el métrico-decimal y el pie-pulgada) y se generalizaron medidas como el ancho del mesón de las cocinas y su altura, como también la de las barandas y antepechos, o la profundidad de los armarios empotrados (closets, como se dice en Colombia). Pero no las de las hamacas, por ejemplo, el mejor mueble que existe.

Así, los estándares occidentales (del ingles standard, claro está), es decir lo que sirve como tipo, modelo, norma, patrón o referencia, como lo define el DRAE, aunque ni siquiera corresponda a las evidentes diferencias que hay en esta parte del mundo, se ha generalizado a todos. Por supuesto en muchos aspectos de la arquitectura es inevitable pero lo que ha sido nefasto es que olvidemos la recomendación de Le Corbusier, precisamente, de que hay que considerar, climas, paisajes y tradiciones. Que los aviones y hasta los carros sean parecidos en todos lados es ineludible, pero que lo sean cada vez mas los edificios y las ciudades es tan negativo como si los hombres y mujeres lo fueran entre sí, lo cual mas que demente sería muy aburrido, además en la variedad no apenas está el placer sino la sobrevivencia misma.

“En Occidente desarrollamos la visión de que estamos separados del resto del mundo, lo que podría estar conectado con cómo razonamos”, ha explicado Henrich. Desde la idea del amor romántico, hasta de la particularidad del pensamiento analítico occidental, que ignora el razonamiento holítistico de la mayoría del resto de los pueblos del mundo. Pero mientras las leyes físicas que regulan el planeta permanezcan, y la especie humana no sufra una mutación, sólo es posible construir, usar y disfrutar unos pocos tipos de espacio, pero a partir de ellos se ha podido, mediante la creatividad y la transculturación, crear toda la maravillosa arquitectura y ciudades que conocemos. Hay que partir de los estándares, pero sabiendo que permiten e incluso demandan pequeñas diferencias; en las que como se sabe está el detalle.

Adendo:        

Algunos comentarios rápidos sobre Neufert y su impacto. La primera versión de Neufert fue publicado para Alemania, como indica algunos rubros como las dimensiones de las cabinas de Zeppelins! No se hasta que punto fue posteriormente impuesto, aceptado o aplicado en otros contextos. Quienes no ha utilizado este referencia u otros similares publicando en y por 'los países centrales' a pesar de la discontextualización!

Uno de los publicaciones competidores 'The AJ Metric Handbook' 2nda edición tenia solamente 1 capitulo (de los ~30 totales), sobre Arquitectura Tropical, todavía con algunos aspectos 'coloniales' como referencias a los 'Colonial Building Notes' publicados por el Buiding Research Station, posteriormente continuados como 'Overseas Building Notes'!. Yo fue el autor de este capitulo alrededor de 1970.

Algunos de las ilustraciones de la primera edición de Neufert fueron hechos por Otto Koenigsberger, judío y ganador del concurso para el estadio para los juegos olímpicos en Berlin. En Alemania Nazi, su proyecto no fue aceptado. Otto logro obtener un cargo de arqueólogo en Suiza y en la Guerra trabaja en Cairo. Con el avanza de Rommel en el Norte de Africa, el único país que acepto su aplicación de asilo fue la India (todavía colonial). Alli con la independencia planificó varias nuevas ciudades (pre-Chandigah) para refugiados de la partición. Fue nombrado asesor de primer ministro Nehru en planeamiento y vivienda. Hasta su muerte, mantenía su pasaporte Hindú.

Otto llegó a Londres alrededor de 1950 donde participo en la planificación de la nueva ciudad de Basildon, realizó investigaciones en la 'London School of Tropical Medicine' y estableció DTS, 'The Department of Tropical Studies' en el AA, Architectural Association School of Architecture, posteriormente se traslado a University College London como el DPU, 'The Development Dlanning Unit', todavía en funcionamiento. Sigue con el concepto establecido desde su inicio que 'el mundo en desarrollo no debe y no puede adoptar o copiar los líneas trazadas por los países llamados 'desarrollados'.'

La influencia de cursos internacionales, en Londres, Rotterdam, Lund y Paris entre otros, en la difusión de conceptos de desarrollo y diseño bioclimático fue importante, pero en décadas recientes estas influencies fueron perdiendo fuerza frente al avance de soluciones tecnológicos y mecanísticos en el control ambiental y el desarrollo de una arquitectura 'global'.  John Martin Evans

Columna publicada en el semanario virtual caliescribe.com. 10.11.2013