19.07.2014 La XIV Bienal de Venecia

A pedido de su curador en esta ocasión, el conocido arquitecto holandés y premio Pritzker, Rem Koolhaas, 19 países indagaron sobre la anulación de las "características nacionales" a favor de un lenguaje universal. Bajo el lema Fundamentals, se propone indagar en las contradicciones de un siglo identificado con la pérdida de "lo nacional" y la expansión de la globalización, y pretende dar una visión del pasado, presente y futuro de la arquitectura en el mundo (ElNuevoSiglo.co, 05/06/ 2014 - 1:09PM).

Como él dice, todos los paises se han visto obligados a acomodarse a las condiciones dictadas por el desarrollo mundial, buscando su modernización. Y sobre todo en los mas dependientes culturalmente, junto con las tradiciones se ignoraron climas, topografías y paisajes, como por ejemplo en Colombia. En sus climas tropicales calientes y templados se hacen construcciones imitando las Bogotá y en la capital pretenden desde hace dos siglos que al menos su imagen sea europeas, e incluso se traen directamente arquitectos de allá.

Sistemáticamente se ignora aquí el crucial papel que juegan sus altas montañas en las que están recostadas muchas de nuestras ciudades y poblaciones, en su paisaje urbano. Igualmente se abandonaron nuestras tradiciones constructivas, arquitectónicas y urbanas. Como el uso de la tierra cruda en muros de tapia pisada o de adobes, cuya versión moderna de bloques macizos de “suelo cemento” o de hormigón con huecos rellenados con tierra apisonada, incomprensiblemente no se ha generalizado (http://cihe.com.ar/construccion-con-tierra-no4/).

También se abandonaron patios, corredores y cubiertas inclinadas, pese a que Rogelio Salmona, nuestro mas importante arquitecto, los usó reiteradamente. La casa de tradición colonial, entre medianeras y de patios y solar, dio paso a la villa exenta en medio de jardines perimetrales. La calles perdieron sus paramentos continuos y los aleros que las limitaban contra el cielo, el que se llenó indiscriminadamente de “torrres”. Pero se mantuvieron sus estrechas aceras y hoy nuestras ciudades carecen de verdaderos andenes, indispensables cuando sus calzadas fueron invadidas por los carros. Todo para “modernizar” su arquitectura.

Pero ahora, después de varias ediciones dedicadas a lo contemporáneo, la Bienal de este año indaga –precisamente- sobre el pasado inmediato de la arquitectura e imagina su futuro. “No he querido concentrarme en la arquitectura del presente sino indagar su pasado y su futuro […] estudiar sobre cómo absorbe los golpes de la historia" dice Koolhaas. En total 65 países, entre ellos 11 por primera vez como Costa Rica, República Dominicana, Costa de Marfil, Turquía, Marruecos y Kenia, participan en el certamen, uno de los más importantes a nivel mundial.

Ojalá en Colombia los estudiantes de arquitectura y sus profesores se enteren de este cambio de orientación, y comiencen a valorar sin complejos la obra de Salmona y la de los pocos que han seguido su compromiso con nuestras ciudades y ciudadanos. Lamentablemente los que aun venden arquitectura espectáculo ya se deben estar aprestando para imitar ahora la moda que finalmente venga. El caso es que lo fundamental en la arquitectura es un asunto ético tanto en su emplazamiento, función y construcción, como finalmente en su estética.

Columna publicada en el semanario virtual caliescribe.com. 19.07.2014

17.07.2014 Edificios sostenibles

Muchos edificios actuales no son sostenibles, entre otras razones, por el uso generalizado del muro cortina de vidrio y las plantas profundas que disponen el espacio habitable lejos de las fachadas obligando a
una mayor dependencia de los sistemas de ventilación y luz artificial. 

Un problema recurrente en el enfoque sostenible es que no cuestiona el tipo de construcción subyacente. Ensu lugar, sólo añade nuevos componentes “verdes”, tales como los sistemas mecánicos más eficientes
y un mejor aislamiento en los muros. Pero esta concepción de la sostenibilidad “parche”, incluso cuando obtiene un éxito parcial, tiene el inconveniente de dejar intactos la forma y el sistema estructural que las genera. El resultado es a menudo que lo ganado en un área se pierde en otros lugares o aparecen consecuencias o interacciones inesperadas.

Por ejemplo, la adición de sistemas energéticos activos más eficientes tiende a reducir la cantidad de energía utilizada y por lo tanto reduce su coste global. Pero a su vez, este menor costo tiende a hacer
que sus habitantes sean menos cuidadosos con el uso de la energía, un fenómeno conocido como el aumento de la eficiencia, que reduce los costos y aumenta la demanda -la “Paradoja de Jevons”-, y a su vez el
aumento de la tasa de consumo acaba con los ahorros iniciales.

La lección es que no podemos trabajar con el consumo de energía de forma aislada. Tenemos que considerar el concepto energético de manera más amplia, incluyendo todos los factores involucrados. Generalmente aparecen otras consecuencias no deseadas.

Aunque estos criterios pueden parecer abstractos, son exactamente el tipo de características logradas con los llamados enfoques “pasivos” de diseño. Los edificios pasivos permiten a los usuarios ajustarse y
adaptarse a las condiciones climáticas, por ejemplo, al abrir o cerrar ventanas o persianas, para conseguir la luz natural y el aire requeridos. Estos diseños pueden ser mucho más precisos en la adaptación a las circunstancias, ya que cuentan con diversos sistemas que cumplen más de una función, como los muros que sostienen el edificio y también acumulan calor a través de la masa térmica.

Además, tienen redes de espacios que pueden ser reconfigurados fácilmente, incluso convertidos a usos completamente nuevos, con modificaciones relativamente baratas (a diferencia de la tipología de
“planta abierta”, que nunca ha cumplido realmente las expectativas). Ellos están por todos lados: edificios de usos múltiples que no están diseñados estrictamente para ningún usuario en específico ni responden
formalmente a ninguna moda, y quizás lo más importante, a pesar de no distinguir un contexto o un tejido urbano específico, trabajan en conjunto con otras escalas de la ciudad, para lograr beneficios a pequeña y gran escala.

Columna publicada en el diario El País de Cali. 17.07.2014

16.07.2014 Edificios sostenibles

Muchos edificios actuales no son sostenibles, entre otras razones, por el uso generalizado del muro cortina de vidrio y las plantas profundas que disponen el espacio habitable lejos de las fachadas obligando a una mayor dependencia de los sistemas de ventilación y luz artificial.
Un problema recurrente en el enfoque sostenible es que no cuestiona el tipo de construcción subyacente. En su lugar, sólo añade nuevos componentes “verdes”, tales como los sistemas mecánicos más eficientes y un mejor aislamiento en los muros. Pero esta concepción de la sostenibilidad “parche”, incluso cuando obtiene un éxito parcial, tiene el inconveniente de dejar intactos la forma y el sistema estructural que las genera. El resultado es a menudo que lo ganado en un área se pierde en otros lugares o aparecen consecuencias o interacciones inesperadas.
Por ejemplo, la adición de sistemas energéticos activos más eficientes tiende a reducir la cantidad de energía utilizada y por lo tanto reduce su coste global. Pero a su vez, este menor costo tiende a hacer que sus habitantes sean menos cuidadosos con el uso de la energía, un fenómeno conocido como el aumento de la eficiencia, que reduce los costos y aumenta la demanda -la “Paradoja de Jevons”-, y a su vez el aumento de la tasa de consumo acaba con los ahorros iniciales.
La lección es que no podemos trabajar con el consumo de energía de forma aislada. Tenemos que considerar el concepto energético de manera más amplia, incluyendo todos los factores involucrados. Generalmente aparecen otras consecuencias no deseadas.
Aunque estos criterios pueden parecer abstractos, son exactamente el tipo de características logradas con los llamados enfoques “pasivos” de diseño. Los edificios pasivos permiten a los usuarios ajustarse y adaptarse a las condiciones climáticas, por ejemplo, al abrir o cerrar ventanas o persianas, para conseguir la luz natural y el aire requeridos. Estos diseños pueden ser mucho más precisos en la adaptación a las circunstancias, ya que cuentan con diversos sistemas que cumplen más de una función, como los muros que sostienen el edificio y también acumulan calor a través de la masa térmica.
Además, tienen redes de espacios que pueden ser reconfigurados fácilmente, incluso convertidos a usos completamente nuevos, con modificaciones relativamente baratas (a diferencia de la tipología de “planta abierta”, que nunca ha cumplido realmente las expectativas). Ellos están por todos lados: edificios de usos múltiples que no están diseñados estrictamente para ningún usuario en específico ni responden formalmente a ninguna moda, y quizás lo más importante, a pesar de no distinguir un contexto o un tejido urbano específico, trabajan en conjunto con otras escalas de la ciudad, para lograr beneficios a pequeña y gran escala.
Columna publicada en el diario El País de Cali. 16.07.2014

12.07 2014 Introducción a la arquitectura

La arquitectura es la técnica y el arte de proyectar espacios para la vida humana, según las diferentes circunstancias geográficas e históricas, los que generan volúmenes que a su vez conforman espacios urbanos, es decir, ciudades. Y desde luego lo son los edificios mismos, y por eso también incluye la arquitectura vernácula y la popular, que se levantan sin arquitectos. Asuntos que aquí deberían volver a ser parte de la cultura considerando que casi el 80% vivimos en ciudades.

La relación de la arquitectura con el arte, el poder y el gusto es de siempre, pero concluye ahora con la perentoria necesidad de un oficio profesional mas ético y no apenas estético (antes la gran arquitectura era para los dioses y ahora lo es para los hombres y las mujeres), a partir de la crítica de los edificios y ciudades existentes, deduciendo unos propósitos ineludibles hoy como son lo sostenible y lo contextual, es decir, el problema de sus formas actuales.

Por tanto se trata también de la forma de los problemas de una arquitectura de nuevo adecuada a los diferentes lugares, para no dañar mas el planeta, el paisaje y las ciudades. Una arquitectura profesional que en el trópico (frío, templado o caliente) debe ser muy diferente a la de los países con estaciones y desarrollados, que sin adaptarla aquí hoy en día sólo se imita como si fuera una moda mas, con lo que viene a ser de penúltima moda.

Son varios los aspectos, aproximaciones y épocas con que se estudia la arquitectura, y sus climas, paisajes, tradiciones, temas y beneficiarios, como igualmente a los arquitectos mas destacados. Y muchas las obras mas reconocidas en la tradición occidental en sus distintas épocas y lugares, las que constituyen un patrimonio cultural reconocido de las ciudades en sus diferentes espacios urbanos públicos y privados, pero que aquí destruimos sistemáticamente.

Ciudades y edificios que resultan siempre de sus circunstancias, para bien o para mal, por lo que la arquitectura de inicios del siglo XXI debería responder a las de los usuarios y clientes actuales y no sólo a los intereses comerciales de los promotores inmobiliarios. Y por supuesto al clima, topografía, paisaje y tradiciones urbano arquitectónicas de cada ciudad, pues la gran mayoría de los proyectos que se hacen actualmente de edificios y espacios urbanos están localizados en ellas.

Considerando en su proyectación que los aspectos de mayor importancia son la composición volumétrica y espacial del edificio y el espacio urbano que complementa, las que cambian y a lo largo de sus varios recorridos y el paso del día -como los patios- generando emociones con lo que se encuentra y descubre. Proceso que se desarrolla mediante la representación del edificio o espacio urbano a proyectar con dibujos, maquetas y planos técnicos, y una memoria escrita.

Además están las lecturas complementarias, recientes y clásicas para distinguir entre “saber como” -el oficio- y “saber que” -la arquitectura-, y las obras y ciudades que hay que visitar y estudiar, comenzando por las propias, Por ejemplo en Colombia Cali y sus haciendas cercanas y Buenaventura claro, Popayán y las suyas, Pasto y Sandoná, Cartagena y Mompox, Barranquilla y Santa Marta, Santa fe de Antioquia y Medellín, Tunja y Villa de Leyva, Bucaramanga y Girón, y Bogotá como no.

Columna publicada en el semanario virtual caliescribe.com. 12.07.2014