03.12.2011 Brasilia

Siguiendo el Plano Piloto, como se conoce el proyecto original de Brasilia, la ciudad desciende levemente hacia el Lago Paranoá, la gran represa artificial sobre la que el arquitecto Lucio Costa acomodó el proyecto ganador del concurso para la nueva capital del Brasil, hace ya mas de medio siglo, siguiendo, como él lo ha dicho, el gesto primario de quien marca un lugar con dos ejes que se cruzan: el Eje Monumental y el eje rodoviario en cuyas dos alas se suceden las  llamadas supercuadras en las que esta la vivienda, en edificios exentos y largo y de mediana altura, con diversos tipos de apartamentos, contando en uno de sus extremos con locales comerciales.

A lo largo del Eje Monumental están los muy conocidos edificios de Oscar Niemeyer como el Teatro Nacional, la Catedral Metropolitana Nossa Senhora Aparecida, los Ministerios, el Congreso Nacional,  el Palácio do Planalto y el Supremo Tribunal Federal, que constituyen la Plaza de los tres poderes, y cerca el Palácio Itamaraty,  donde funciona el Ministerio de Relaciones Exteriores, y mas alejado el Hotel Brasilia Palace y en toda la punta de la península que se adentra en el lago, el Palácio da Alvorada, la vivienda de los presidentes. Además de estos edificios iniciales de Niemeyer, hoy están en la Explanada de los Ministerios la Biblioteca Nacional y el Museo Nacional tambien de su autoria.

Al otro extremo está el Palacio do Buruti, donde funciona hoy el Gobierno del Distrito Federal, del arquitecto Nauro Esteves, y el Tribunal de Contas, del arquitecto Cesar Barney, a los que se puede agregar la Embajada de Colombia, en el sector de las embajadas, cerca al Eje Monumental, también de este último. Y desde luego están los edificios de las primeras supercuadras tambien del Niemeyer y su equipo de colaboradores en el que trabajaban los dos arquitectos ya mencionados.

Todos estos edificios son sin duda logrados ejemplos de esa arquitectura producto de la adaptación en Brasil de la arquitectura de Le Corbusier, y que llevó a que Brasília fuera declarada por la UNESCO en 1987 Patrimonio Cultural de la Humanidad, siendo la única ciudad construida en el siglo XX que ha recibido este honor. Todo a partir de la construcción en Rio de Janeiro, la anterior capital del país, del Ministerio de Educación y Salud, con la participación del maestro suisofrances y de los arquitectos Lucio Costa y  Oscar Niemeyer, entre otros, como del magnifico Museo de Arte Moderno de Alfonso Eduardo Reidy.

Brasília, como antes Ajetatón, hoy Tell el-Amarna, la ciudad a la que Akenatón traslado la capital de Egipto en el siglo XIV a. C., o Machu Picchu construida a mediados del Siglo XV para la residencia de descanso de Pachacútec, primer emperador inca, o la San Petersburgo de Pedro el Grande, y la Washington que acordaron Thomas Jefferson, James Madison y Alexander Hamilton, ambas del siglo XVIII, es una ciudad planificada. Como lo fueron de cierta manera las cerca de trecientas ciudades que los españoles fundaron a inicios del siglo XVI en el Nuevo Mundo.

Junto con Putrajaya, capital administrativa de Malasia, y Naypyidaw, la nueva capital de Birmania, hoy Myanmar,  es una de las ciudades capitales de más reciente construcción en el mundo, y con Chandigarh, en la India, diseñada en parte por Le Corbusier poco antes que Brasília, prácticamente las  dos únicas ciudades importantes concebidas según los ideales del urbanismo moderno, pues Canberra e Islamabad, además de mas pequeñas no lo son tan radicalmente. Los aciertos de Brasília son evidentes como su desafortunada dependencia de los carros. En Brasil tambien fueron diseñadas Goiania y tambien Belo Horizonte, en donde se inició la relación del Presidente Juscelino Kubitschek (1956-1961), fundador de Brasília, y Niemeyer, cuando aquel fue Alcalde de dicha ciudad.

Los aciertos de Brasília son evidentes, como las supercuadras iniciales ya llenas de árboles y con amplias áreas verdes, la vida cada vez mas activa en el lago y sus riveras y la magnificencia de sus edificios públicos. Sin embargo, su desafortunada dependencia de los carros lleva a pensar que tendría que implementarse un completo sistema integrado de transporte público, incluyendo líneas de metro que e podrían ir por la superficie de los dos grandes ejes de la ciudad.

La idea de hacer una nueva capital en el interior del Brasil fue del Marques de Pombal, en 1716. Para 1789 fue retomada por partido radical de los “Inconfidentes Mineros”,  de Minais Gerais y, en 1823, Jose Bonifacio le dio el nombre de Brasília. De ahí la predicción del sacerdote y misionero salesiano, de Torino Italia, Don Giovanni Bosco, en 1883,  de que "haveria  una nueva civilización en el centro de Brasil, mas precisamente en la latitud 15 º ", y que los políticos de la época empezaran a estudiar el cambio de la capital.

Para 1937 el proyecto fue incorporado a la Constitución Nacional y en 1947 se nombró una comisión para determinar el sitio del Distrito Federal, la que solo fue ratificada en 1953, el mismo año en que la compañía norteamericana  de Donald J. Belcher & Associates fue comisionada para especificar el lugar. Finalmente, Juscelino Kubitschek fue nombrado Presidente en 1955 y de inmediato se hizo cargo de la realidad de Brasília a partir del diseño del Plano Piloto de Lucio Costa, ganador del concurso hecho con tal propósito.


En el concurso se inscribieron 26 equipos, y el Segundo premio fue para la propuesta de Ney Fontes Gonçalves, Boruch Milmann y João Enrique Rocha. El Tercero para la de Rino Levi y la de MMM Roberto. El Quinto para las de Henrique Ephin Mindlin y Giancarlo Palati; Carlos Cascaldi y João Villanova Artigas; Mario Wagner Vieira da Cunha y Paulo de Camargo e Almeida; y la empresa Construtécnica S. A. liderada por Milton Ghiraldini. El jurado fue compuesto por Israel Pinheiro da Silva, Oscar Niemeyer, Paulo Antunes Ribeiro y Horta Barbosa de Brasil, junto con Stamo Papadaki de Estados Unidos, André Sive de Francia y William Holford del Reino Unido.

Columna publicada en el semanario virtual caliescribe.com. fecha 03.12.2011

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