17.12.2016 La arquitectura en un “cubo”

Los diferentes aspectos de la arquitectura ya están planteadas al menos desde la reiterada triada del arquitecto romano Marcus Vitruvius Pollio (Formia, Italia, c.75 a.EC -15 a.EC), y desde luego hay que estudiarlos a lo largo de las diferentes épocas, pero con diversas visiones. Es decir, en una matriz de tres entradas. Justo como las tres caras visibles de un cubo en una axonometría, como en la esquina de un edificio común vista desde arriba: sus dos fachadas y su cubierta.

Dichos aspectos son: su función, su construcción y su forma, que plantea la triada de Vitruvius, a las que se agrega su emplazamiento, del que igual escribió, primero que todo, y ahora el método de proyectación al final y en conclusión. Las épocas son la prehistoria, la antigüedad, la edad media, el renacimiento y la modernidad incluyendo lo actual. Y las visiones que las estudian son la historia, la teoría, la crítica, el oficio y su aprendizaje. Y de ahí las cinco divisiones de cada cara del cubo.

Y la insistencia en que sean cinco en cada una de estas se debe a que además de coincidir en general con los aspectos, épocas y saberes planteados, permite tener mas opciones, pero mas claramente y mejor desarrolladas, que solamente dos, y con la ventaja del tres (izquierda, centro y derecha; abajo, centro y arriba), pero sin caer en la confusión de un numero superior. Y sobre todo que son mas fácilmente recordables: 1-2-3-4-5, incluso con los dedos de la mano si fuera necesario.

Pero al mismo tiempo es una matriz espacial que contiene 125 ítems (5x5x5) en los que cabe todo lo que hay que saber para una breve introducción a la arquitectura, y que por supuesto definen dicha introducción. Siendo muy fácil, o al menos muy rápido, ubicar cualquier tema en uno de ellos, y relacionarlo inmediatamente con todos los demás que le sean pertinentes, como también identificar pronto las excepciones que inevitablemente siempre las hay, y si es que en realidad lo son.

Este “cubo” de la arquitectura es algo así como un “cubo de Rubik”, pero para des armar, el que era un rompecabezas mecánico tridimensional inventado por el escultor húngaro Erno Rubik en 1974, que era profesor de arquitectura, lo que no es una casualidad. El hecho es que los edificios se arman y asimismo su proyecto, pero siempre siguiendo algún método: analógico, tipológico o canónico, o incluso lo supuestamente espontáneo, o una combinación de estos, consciente o inconscientemente.

Además el cubo es una figura geométrica muy afín a la arquitectura tradicional, sobre todo a la hispanomusulmana y en consecuencia a la nuestra colonial, como a la que batalla tontamente por no serlo. Toda arquitectura se compone con cinco superficies: el terreno, los cerramientos, los entrepisos casi siempre horizontales, las divisiones y las cubiertas, que son justamente las superficies que definen los cinco aspectos a estudiar en sus cinco épocas mas evidentes y con las cinco visiones distintas mas caracterizadas.

Como también es una afinidad entre la arquitectura y el cubo el que este sea una figura de tres dimensiones, como lo es la arquitectura, e inclusive que el “cubo” de la arquitectura propuesto se estudie en el tiempo de la misma manera que se recorren en el tiempo los edificios. Y que justamente el cubo, un sólido platónico de seis caras, sea un volumen y a la vez un espacio, que incluso se puede entender como un prisma recto, cuya base es un cuadrado, un rectángulo como en tantos edificios.
Artículo publicado en la revista virtual caliescribe.com. 17.12.2016

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